EL LUGAR MÁS SEGURO EN ESTA PANDEMIA ES LA ALBERCA

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Desde hace un año se han estado realizando estudios sobre el virus Covid-19, pero uno de los más recientes ha sacado información importante. Encargado por Swim England en colaboración con la empresa de natación para bebés Water Babies y la Royal Life Saving Society UK (RLSS UK), este estudio revela que el agua de la piscina puede inactivar el virus Covid-19 en solo 30 segundos en las condiciones adecuadas. Virólogos del Imperial College de Londres, Inglaterra, sugieren que el riesgo de transmisión de Covid-19 en el agua de la piscina es muy bajo.

Este trabajo científico estableció que 1,5 mg por litro de cloro libre con un pH entre 7-7,2 redujo la infectividad del virus en más de 1000 veces en 30 segundos. Pruebas adicionales de diferentes rangos de cloro libre y pH confirmaron que el cloro en el agua de la piscina era más efectivo con un pH más bajo.

“Al mezclar el virus con el agua de la piscina (…) pudimos demostrar que el virus no sobrevive en el agua. Eso, junto con el enorme factor de dilución del virus que podría llegar a una piscina mediante una persona infectada, sugiere que la posibilidad de contraer Covid-19 dentro de una piscina es insignificante», dijo Wendy Barclay, del Imperial College.

Consultada al respecto, Vanina Delfino, propietaria del centro acuático Acquamar, comenta: “En la Ciudad de Buenos Aires, los laboratorios de análisis de agua ya sugerían, desde el inicio de la pandemia, que las piscinas mantengan en 1,5 mg el nivel de concentración de cloro porque mata al virus, y este estudio lo confirma”.

“Este estudio confirma lo que ya había dicho la OMS, el Covid-19 no se propaga en el agua. En las piletas de nuestros afiliados hemos recibido en los últimos meses a 32.500 personas, sin que se registraran contagios de Covid-19”, remarca Fernando Puchuri, presidente de la Cámara Bonaerense de Natatorios y Actividades Físicas.

Por su parte, Jaqueline Esquitino, presidente de la asociación NADI, dice: “Es una excelente noticia, que nos llega en un momento delicado en el que tratamos de demostrar con mucho esfuerzo que somos una actividad esencial y con este tipo de datos podemos demostrar científicamente que hoy los natatorios no son fuente de contagio”.

Una gran noticia para la humanidad  y para todos aquellos nadadores, que además de cuidar su salud a través del deporte, liberan su mente de tanto estrés por la contingencia.

 

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